Conocido con los apelativos ‘La Voz’ y ‘El Cantante de los Cantantes’, el sonero Héctor Lavoe cumplió ayer 20 años de fallecido y su recuerdo permanece latente en la memoria de miles de sus admiradores.
Héctor Juan Pérez Martínez (su nombre original) nació en Puerto Rico. En su juventud partió hacia Estados Unidos y se afincó en Nueva York, ciudad en la que inició su camino hacia el éxito y el lugar que lo vio sucumbir solo y enfermo.
Después de cantar con varias orquestas en esa metrópoli,Lavoe hizo dupla con Willie Colón en 1967. Ambos formaron una gran mancuerna y crearon los discos más aplaudidos de la salsa, de los cuales se desprendieron temas como La murga, Che che colé, Todo tiene su final,Calle luna calle sol, entre otros.
En 1974, el dúo se dividió y cada uno emprendió su camino en solitario. Fue en ese momento que Lavoe es reconocido como el ídolo máximo de la salsa. Desde sus inicios se le identificó como un cantante del pueblo, ya que narraba historias cotidianas con tintes sociales en sus temas.
Destaca Peru21 que en el disco Comedia, Lavoe interpretó la pieza que lo marcó de por vida y que se convertiría en un himno para los amantes del género: El cantante –compuesta por Rubén Blades–, que relata la historia de un artista que aparenta alegría mientras lo embarga un gran dolor.El sonero vivió en carne propia lo que cantaba pues se volvió adicto a las drogas y estaba rodeado de gente que lo explotaba.
En 1986, Héctor llegó al Perú y se presentó durante seis noches seguidas en la Feria del Hogar, logrando récords de asistencia. Lavoe amó al Perú y recibió el mismo cariño. Lamentablemente, esa sería su única visita a nuestro país ya que, siete años más tarde, falleció en Nueva York olvidado por sus amigos y su familia, aquejado por las secuelas de un intento de suicidio –se lanzó del noveno piso de un hotel– y víctima del sida que contrajo al inyectarse heroína. Nueve años después, su restos fueron llevados a su natal Puerto Rico, tal como él lo pidió antes de morir.