Existen, a día de hoy, muchas dudas sobre el test de embarazo casero. ¿Es fiable? ¿Cuándo y cómo hay que realizarlo? ¿Cómo interpretar correctamente los resultados?
Tal como explican desde Consumer, confirmar si se está embarazada es tan sencillo como ir a la farmacia, adquirir un test de embarazo, hacerlo y esperar unos minutos a que esta prueba detecte la presencia en la orina de la conocida como hormona del embarazo. Cuando la mujer se queda embarazada, su cuerpo presenta distintos síntomas que le pueden hacer intuir que una nueva vida se gesta en su interior. La principal señal es la falta de menstruación. Pero estos datos no son suficientes para confirmar un embarazo. El método más cómodo y rápido para tener la certeza de que un bebé está en camino es el test de embarazo casero: una prueba simple y fácil de usar que garantiza una fiabilidad casi del 100%.
Aunque sencillo, el uso del test de embarazo casero suele causar ciertas dudas, como por ejemplo:
¿Cómo funciona? A partir del sexto o noveno día tras la implantación de un cigoto fecundado en el útero materno, el cuerpo de la mujer comienza a segregar gonadotropina coriónica humana (hCG), una hormona presente en la orina que solo produce cuando hay embarazo y que incrementa su concentración (de forma significativa) a medida que avanzan los días de gestación. El test de embarazo casero permite detectar la presencia de la hCG por medio de una tira con material sensible, que reacciona con la hormona del embarazo, tornándose de un determinado color u otros signos, que el fabricante especifica.
¿Es igual de fiable que un test de sangre? Las nuevas técnicas y procedimientos han elevado de forma notoria la precisión de la prueba de embarazo en orina. De hecho, la mayoría de los fabricantes garantizan una fiabilidad del 99% en sus resultados, muy poco distante del 100% que se obtiene de la prueba para detectar la hCG en sangre. En el caso del análisis sanguíneo, la gestante debe acudir a su ginecólogo o centro de salud habitual, para solicitar la prueba. La diferencia es que el análisis efectuado en la sangre ofrece un resultado fiable, incluso antes de que se produzca la primera falta de la menstruación. Por el contrario, el test de orina disminuye su eficacia y fiabilidad si se realiza con antelación, puesto que la concentración de la hormona del embarazo en la micción en fases tempranas es menor que en la sangre y, por tanto, es más difícil de detectar (y existen más posibilidades de falsos negativos).
¿Cuándo se debe realizar y cuándo no? Para obtener la máxima fiabilidad con un test de embarazo que se ajuste a la sensibilidad estándar internacional (25 mUl/ml), es aconsejable realizar la prueba a partir del primer día de retraso en la menstruación (no antes). Existen en el mercado, no obstante, los denominados test de detección temprana que se pueden utilizar antes, ya que poseen mayor sensibilidad (entre 10 y 20 mUl/ml). Estos son capaces de detectar la presencia de la hormona del embarazo al poco tiempo de implantarse el cigoto fecundado. No obstante, es necesario ser prudente con los resultados de estos test, ya que su uso prematuro puede generar tanto falsos negativos como falsos positivos.
¿Cómo se lleva a cabo? Hacerse un test de embarazo es sencillo y rápido. Aunque se puede escoger cualquier hora del día, es recomendable aprovechar la primera orina de la mañana, para asegurarse la suficiente concentración de la hormona. Una vez elegido el momento, el primer paso es verificar la fecha de caducidad del aparato y, después, leer las instrucciones del fabricante para seguir al pie de la letra sus indicaciones. En general, la mujer puede optar por dos procedimientos: poner un extremo del test en contacto directo con la orina durante cinco segundos (mientras micciona) o sumergir la prueba en la orina (recolectada antes) en un recipiente limpio y seco durante entre 10 y 20 segundos. Una vez recogida la muestra se coloca el test sobre una superficie plana para esperar a ver el resultado, informa 20minutos.es
¿Cómo interpretar el resultado? El momento crucial del test de embarazo llega cuando hay que comprobar el resultado. Basta con esperar entre tres y cinco minutos para obtener una respuesta fiable. Aunque, si da negativo, es conveniente esperar algo más (hasta 10 minutos) para verificar que el resultado no cambia. Interpretarlo es fácil. El test tradicional consta de dos ventanas independientes. En una de ellas aparece la llamada línea de control, que se hace visible para indicar que la prueba se ha realizado de manera correcta. En la otra ventana es donde aparece (o no) la línea que confirma el embarazo, que puede ser más o menos clara, en función del nivel de hormona detectado. También hay disponibles test de embarazo digitales, en los que no es necesario interpretar las líneas, sino que incluye una leyenda digital en la que se indica si se ha producido o no la gestación.
¿Qué son los falsos positivos o los falsos negativos?
- Falsos negativos: en ocasiones, el test de embarazo ofrece un resultado negativo (equivocado), aun cuando la mujer confirma después (por otras vías) la gestación. Los falsos negativos se producen, en general, por realizar la prueba demasiado pronto, ya sea por impaciencia o por un error involuntario en el cálculo de la fecha de menstruación.
- Falsos positivos: son menos frecuentes. Sin embargo, en ocasiones se obtiene en el test un resultado positivo que luego no se confirma porque resulta falso. El error se puede producir por ser un diagnóstico demasiado precoz aunque, también, por la ingesta de determinados medicamentos para la fertilidad que contengan la hormona del embarazo, hCG. En otras ocasiones se debe a que no se ha dejado transcurrir el suficiente tiempo entre el test y un anterior embarazo u aborto.
Consejos básicos ante un test de embarazo
- Utilizar la orina de primera hora de la mañana.
- No adelantar el test: esperar de uno a tres días después de la falta de la menstruación.
- Si se ha anticipado y el resultado es negativo (pero la menstruación no llega), se puede repetir la prueba a las 48 horas.
- No beber demasiado líquido antes de realizar la prueba.
- Aunque su efectividad es similar, los precios de los test de embarazo oscilan entre cinco y 20 euros según la marca, el establecimiento o la información que proporcionen
- Cuando se tiene la intención de adquirir el test de embarazo, hay que fijarse en su sensibilidad para detectar la hCG (recordar que la estándar es 25mUl/ml)