ALEMANIA.-El cajero de un banco alemán se quedó dormido sobre una tecla de su computadora y, sin querer, dejó oprimida la tecla del número dos, lo que provocó que transfiriera accidentalmente 222.222.222 euros.
El empleado del bando se encontraba realizando transacciones financieras, y en ese momento debía hacer una de 64,20 euros, pero el cansancio le pudo más.
La mini siesta también le costó el puesto a su jefa, por no supervirsar correctamente al cajero en su horario de trabajo. De hecho, no fue ella quien se dio cuenta de lo ocurrido, sino otro compañero.
Destaca El Intransigente que el caso fue llevado a la justicia y el banco tuvo que readmitir a la jefa del cajero luego de constatar que ese día debió revisar hasta 812 documentos buscando errores, por lo que no hubo ningún tipo de mala intención por su lado. Según la justicia, solo debería hacer recibido un aviso.
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