24 de junio de 2015
Declaración pública del Diputado Rafael Méndez sobre el lamentable acontecimiento en el que perdieron la vida Adly German y Víctor.
De lo que hoy me propongo hablar, en opinión de mis amigos y colaboradores, sería innecesario. Decir que nada he tenido que ver con el lamentable acontecimiento en el que perdieron la vida dos jóvenes hijos de familias valiosas la madrugada del sábado 30 de mayo, víspera del Día de las Madres, no sería necesario en opinión de quienes me conocen. Sin embargo, entiendo que sí, que debo hablar, y de entrada reiterar mi opinión, en el sentido de que Adly German y Víctor son víctimas de quienes han construído esta sociedad de violencia y de exclusión.
Que culpables son quienes han construído una sociedad donde parecería que, sobre todo a nuestros jóvenes, no se les orienta, no se les educa y forma en valores como la solidaridad, la comprensión a los demás y la honestidad. No se les educa en valores como ser reflexivos al momento de actuar, sino precisamente, se les induce a ser irreflexivos, y a privilegiar las vía de hechos para dirimir sus diferencias y malos entendidos.
Decía que muchos han entendido innecesario que yo tenga que aclarar que nada he tenido que ver con el lamentable acontecimiento en el que perdieron la vida dos jóvenes de familias valiosas y de nuestro medio, porque he tenido una trayectoria ampliamente conocida en la provincia Bahoruco y en mi pueblo de Villa Jaragua, donde nací y me crié, y en mi país, ya que en múltiples ocasiones he desempeñado responsabilidades nacionales en el orden profesional y político.
En cada rol que me ha tocado desempeñar he sido un ente de moderación, amante de las buenas relaciones interpersonales y promotor de las buenas vías de entendimiento, aun cuando las diferencias pudieran en algún momento alcanzar los más altos niveles de contradicción, lo que se pone de manifiesto en el hecho de que nunca he sido protagonista en acontecimientos que desdigan mi formación humana y familiar.
Y en la misión de legislador siempre he tenido muy en alto el compromiso que me impone esa responsabilidad delegada por mi pueblo, y hecho mi contribución en la promoción de políticas públicas que procuren la solidaridad, el respecto y convivencia pacífica entre todos los ciudadanos, principalmente en la juventud, hacia quienes he orientado mis mayores esfuerzos y contribuciones durante mis dos período como congresista.
Quienes me conocen pueden dar testimonio de mi corrección al actuar desde mis primeros pasos en mi vida pública. Jamás he provocado ni participado en hecho bochornoso del que tenga que arrepentirme o dar cuentas. Y es importante destacar que luego de terminar mi gestión al frente de las entidades que he dirigido nunca se me ha llamado ni siquiera para que aclare un concepto en un cheque firmado por mí.
Desde mi adolescencia sentí inclinación por la política, militando por primera en el Partido Comunista Dominicano, luego a mi ingreso a la Universidad Autónoma de Santo Domingo me incorporo a la organización comunista denominada en ese entonces Línea Roja del 14 de Junio, la que luego se transformó en lo que es hoy el Partido de los Trabajadores Dominicano, en que llegué a ser miembro de su Comité Central. Tiempo después pasé al Partido de la Liberación Dominicana en el que llevo militando más de 20 años, y más de diez años como miembro de su Comité Central.
Como periodista, he tenido notable participación en diferentes medios de comunicación, lo que ha marcado mi correcta trayectoria profesional; he sido redactor de noticias y ejecutivo en algunos de algunos medios; he dirigido importantes departamentos de prensa y relaciones públicas en instituciones tan importante como la Superintendencia de Bancos en el sector público y funcionario importante en esa área del Banco Central de la República Dominicana.
En lo académico, también he hechos mis aportes como catedrático en varias universidades, poniendo siempre delante mi fe el interés en el desarrollo del país, propugnado siempre por una educación de calidad y de alto contenido didáctico privilegiando el conocimiento significativo.
Durante muchos años me destaqué como activista y dirigente de los diferentes gremios de los periodistas dominicanos. Dos veces Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas; Secretario general y principal líder fundador del Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa. Secretario General del desaparecido Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales; Miembro de los Consejos Directivos de la Organización Internacional de Periodistas y de la Federación Latinoamericana de Periodistas.
En síntesis: Me defino como un militante político revolucionario. Un Periodista de profesión, gremialista y activista social de vocación, con una Impronta cargada de honestidad y transparencia, y una vida humilde y sencilla al servicio de mis comprovincianos y de mis comprovincianas y del país. Por esa conducta y línea de actuación puedo proclamar que “no he venido a ser servido sino a servir”, como expresa aquella frase cristiana.
El motivo de esta declaración
En relación con los hechos que motivan esta declaración, puedo afirmar que a la hora en que ocurrió el lamentable hecho de sangre en que perdieron la vida los jóvenes Víctor y Adly German, dormía junto a mi señora esposa Berta Méndez, en nuestra residencia de la calle Mella número 18, de Villa Jaragua.
Siento como el que más lo ocurrido, en ese lamentable evento en el que perdieron la vida estos dos jóvenes valiosos, uno de ellos mi asistente personal. Sobre los hechos es muy poco lo que tengo que explicar y aportar, dado que no conozco las motivaciones que abrían tenido sus protagonistas para enfrascarse en tan penoso enfrentamiento, que ha enlutado a tanta gente y a la sociedad en su conjunto.
Como es costumbre en estas circunstancias, luego de ocurrido los hechos no han faltado las conjeturas y especulaciones levantadas por quienes motivados por sus deseos personales han llegado afirmar que estuve presente en el lugar. A esos, y a quienes han sido capaces de dar crédito a tal especie, les aseguro que a esa hora, como dije antes, estaba acostado en mi casa junto a mi esposa Berta.
Debo admitir, sin embargo, la presencia de mi vehículo en ese lugar, pero de eso sólo mi chofer está en condiciones de dar explicación, debido a que horas antes me había dejado en mi hogar. Aprovecho esta oportunidad para ofrecer al Magistrado Procurador Fiscal investigar la información de que mi vehículo está equipado con un sistema de localización satelital, lo que le permitirá obtener un historial sobre el recorrido hecho por mi vehículo esa noche y cualquier otro día. Nada podrá otorgar más fe de lo que aquí afirmo de las que pudieran extraerse del sistema.
A mí, al igual que las familias de los jóvenes involucrados en el hecho de sangre, la situación me ha tomado de sorpresa, no sabía que existía entre ellos ninguna situación que motivara el enfrentamiento, y mucho menos conocía que existieran motivaciones para ello, por lo tanto no incurriré en el error en que han incurrido otros al elegir un móvil, esa es tarea de la investigación. Lo que sí puedo asegurar es que cualquiera que sea, no está ligado en absoluto a mi persona.
Siento mucho que mi chofer se encontrara en el lugar, a pesar de las reiteradas advertencia de que no se detenga en lugares públicos luego de dejarme en la casa sobre todo en lugares de expendio de bebidas y fiestas, precisamente previendo que si en ese lugar se produce cualquier incidente, la presencia allí de mi vehículo haría pensar a cualquiera que yo también estoy en el lugar.
Pero así son las cosas cuando van a suceder. Esa noche mi chofer desobedeció mi reiterada y tajante orden. No solamente se detuvo en Las Clavellinas donde se celebraban las fiestas patronales, sino que horas después regresó a Villa Jaragua en el vehículo, situación esa que ha sido tomada por mentes malsanas para insinuar de manera malintencionada que yo estuviera alguna responsabilidad en los hechos que se investigan.
Antes dije que algunos de mis amigos y colaboradores han entendido innecesario que yo me empeñe en aclarar las cosas. Quienes así opinan lo hacen en el entendido de que si no estuve en el lugar, nada tengo que ver con el lamentable acontecimiento en el que perdieron la vida, repito, dos jóvenes de familias valiosas y de nuestro medio.
Todos y todos debemos somos comprendo el dolor que embarga principalmente a las familias por la irreparable la pérdida de ambos jóvenes, lo que afecta grandemente a las familia y amigos de Víctor y de Adly German. Me cuento, junto a mi familia, amigos y allegados, dentro de quienes más han sufrido y sentido más afectados por esa penosa situación.
Línea de conducta y actuación
Proclamo que no tengo por qué esconderme. No tengo nada que esconder ni en este lamentable hecho ni en ningún acontecimiento de mi vida. Caminaré como he caminado siempre: con la frente en alto y de cara al sol, MAS AUN EN LA COYUNTURA POLITICA ACTUAL EN LA QUE ESTAMOS ENVUELTO. Nunca me he colocado un arma al cinto. Ni me la colocaré. Nunca he tenido seguridad. Ni personal ni en mi casa, a la que se entra sin que nadie le pregunte para dónde vas o a quien quieren ver. Sé de todas las inventivas, y conjeturas que circulan en torno al caso y mi persona.
A los que se han prestado a esas aventuras les invito a esperar pacientemente los resultados de las investigaciones, convencido de que la objetividad e independencia de criterio con que serán manejadas por los fiscales, augura que le darán la tranquilad que esperan los familiares, amigos y la sociedad en sentido general, a la que todos nos debemos.
Finalmente, quiero decirle y advertirle a quienes han intentado manipular de manera aviesa las informaciones entorno a este lamentable hecho que por la sangre allí derramada no me toca ni me tocará a mí responder. Lo que sí deberá como una verdad incontrastable, como la verdad histórica, será la única que saldrá a relucir de las investigaciones y del que se supone consecuente proceso penal público, orar y contradictorio, como se estila en el argot y en la práctica judicial.
LIC. RAFAEL MENDEZ Diputado Al Congreso Nacional PLD-PROVINCIA BAHORUCO
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