El estudiante Luis Inchausti González, de 15 años de edad, quien fungía como repartidor en un puesto de “hot dogs” propiedad de su padre en el sector Villa Liberación, Santo Domingo Este, nunca llegó a realizar la entrega que su padre le había encomendado minutos antes.
Su marcha fue detenida próximo al peatonal tres de la calle primera del referido sector por una bala que impactó en su cabeza, disparada por un miembro de la Policía Nacional que había acudido al lugar junto a otros dos compañeros a disolver un alegado desorden que protagonizaban varios jóvenes.
Luis Manuel Inchausti y Yanny González Báez sostienen que el mayor de sus tres hijos, que cursaba el sexto grado de educación primaria, fue ultimado estando de espaldas, y sin ninguna justificación por el miembro policial, el cual alegó en su reporte de los hechos que respondía a una agresión a pedradas y botellazos que denuncian nunca ocurrió.
Acusan a un coronel de la policía de apellido Familia, residente próximo al lugar de incidente, de incitar al cabo Meidin Encarnación y los rasos Edwin Coco y Joel Almeida, quienes integraban la patrulla que se presentó a la escena para que actuaran de manera violenta contra varios jóvenes que departían próximo a su vivienda.
Vecinos del lugar y compañeros de estudios del niño ultimado, tras repudiar la actuación policial, lo definieron como un estudiante ejemplar y aplicado.
Piden que se haga una investigación exhaustiva del caso, y que los responsables paguen por el hecho cometido, el cual catalogan como un abuso.
Luis Inchausti González recibió un impacto de bala en la cabeza sin salida, y su deceso se produjo en el Hospital Doctor Darío Contreras, adonde fue conducido por la Policía.
El cadáver de Luis Inchausti González está siendo velado en su residencia, y será sepultado a las 4:00 de esta tarde en el cementerio Cristo Redentor.
A tempranas horas de la mañana de ayer, la Policía Nacional informó que el cabo de esa institución Meidin Encarnación y los rasos Edwin Coco y Joel Almeida, quienes integraban la patrulla que protagonizó el suceso habían sido suspendidos y puestos a disposición de la justicia. El vocero de la uniformada, Máximo Báez Aybar, sostuvo que las armas de los tres agentes están siendo estudiadas para determinar cual de ellos fue quien realizó el disparo al adolescente, y determinar las verdaderas circunstancias en que ocurrieron los hechos.
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